Bultos Cervicales (Bultos En El Cuello) En Niños – Msd Manuals: ¿Te has encontrado con un bulto en el cuello de tu hijo? No te preocupes, es más común de lo que piensas. Vamos a explorar las diversas causas de estos bultos, desde simples infecciones hasta cuestiones que requieren mayor atención. Veremos cómo los médicos diagnostican estos casos, desde la simple exploración física hasta pruebas de imagen más complejas.

También revisaremos las opciones de tratamiento, desde el manejo conservador hasta intervenciones quirúrgicas, dependiendo de la causa subyacente. Prepárate para una revisión completa y accesible de este tema.

En este recorrido, entenderemos la diferencia crucial entre un ganglio inflamado por una simple infección viral y un problema más serio. Aprenderemos a identificar las características de quistes como los quistes tirogloso y branquiales, y cómo se diferencian de otras posibilidades. Analizaremos las herramientas de diagnóstico, incluyendo la importancia de una buena historia clínica, y cómo se construye un plan de tratamiento personalizado para cada niño.

Al final, tendrás una visión clara y práctica para abordar la aparición de un bulto cervical en un niño.

Causas de Bultos Cervicales en Niños: Bultos Cervicales (Bultos En El Cuello) En Niños – Msd Manuals

Bultos Cervicales (Bultos En El Cuello) En Niños - Msd Manuals

Los bultos en el cuello de los niños pueden ser preocupantes para los padres, pero la mayoría de las veces son benignos y se resuelven por sí solos. Sin embargo, es crucial identificar la causa subyacente para un tratamiento adecuado. A continuación, exploraremos las causas más comunes de estos bultos, diferenciando entre infecciones, inflamaciones y tumores.

Causas Comunes de Bultos Cervicales en Niños

Es importante comprender que la ubicación, el tamaño, la consistencia y la presencia de otros síntomas ayudan a determinar la causa del bulto. A continuación se presenta una tabla que resume algunas de las causas más frecuentes:

Causa Descripción Síntomas Tratamiento
Adenopatías (ganglios linfáticos inflamados) reactivas Inflamación de los ganglios linfáticos en respuesta a una infección cercana (como un resfriado común, amigdalitis o infección de oído). Bultos pequeños, blandos, móviles y generalmente dolorosos al tacto. Pueden estar acompañados de fiebre, malestar general y otros síntomas de la infección subyacente. Tratamiento de la infección subyacente. Los ganglios linfáticos generalmente regresan a su tamaño normal una vez que la infección se resuelve.
Adenopatías infecciosas Inflamación de los ganglios linfáticos causada directamente por una infección bacteriana o viral dentro del ganglio linfático mismo (por ejemplo, tuberculosis, mononucleosis infecciosa). Bultos más grandes, firmes, a veces dolorosos, que pueden estar adheridos a los tejidos circundantes. Posible fiebre alta, fatiga extrema y otros síntomas específicos de la infección. Tratamiento específico según la infección, que puede incluir antibióticos o antivirales.
Quiste tirogloso Un quiste que se desarrolla a lo largo de la línea media del cuello, remanente del desarrollo embrionario de la glándula tiroides. Bulto indoloro, móvil, ubicado en la línea media del cuello, por encima de la horquilla esternal. Puede aumentar de tamaño con infecciones. Cirugía para extirpar el quiste.
Quiste branquial Un quiste que se desarrolla a partir del tejido branquial embrionario, generalmente a lo largo del borde anterior del músculo esternocleidomastoideo. Bulto indoloro, generalmente en el cuello lateral, puede infectarse y causar dolor, enrojecimiento e inflamación. Cirugía para extirpar el quiste, especialmente si se infecta repetidamente.
Tumores benignos (lipomas, hemangiomas) Crecimientos no cancerosos formados por tejido graso (lipomas) o vasos sanguíneos (hemangiomas). Bultos blandos, móviles, generalmente indoloros. Los hemangiomas pueden ser rojos o azulados. Observación en la mayoría de los casos. La cirugía puede ser necesaria si causan problemas estéticos o funcionales.

Diferencia entre Adenopatías Reactivas e Infecciosas

La diferencia clave reside en la causa de la inflamación. En las adenopatías reactivas, la inflamación es una respuesta a una infección cercana, mientras que en las adenopatías infecciosas, la infección se encuentra dentro del ganglio linfático mismo. Las adenopatías reactivas suelen ser más pequeñas, blandas y dolorosas, mientras que las infecciosas pueden ser más grandes, firmes y menos dolorosas.

La presencia de otros síntomas, como fiebre alta o fatiga extrema, también puede ayudar a diferenciarlas.

Características de los Quistes Tirogloso y Branquiales

Los quistes tiroglosos se localizan en la línea media del cuello, mientras que los quistes branquiales se encuentran generalmente en el cuello lateral. Ambos son remanentes del desarrollo embrionario y suelen ser indoloros a menos que se infecten. El diagnóstico diferencial se basa principalmente en la localización del bulto y la historia clínica del niño. Un examen físico y, en ocasiones, estudios de imagen como una ecografía o una resonancia magnética, pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.

Es fundamental la evaluación por un profesional de la salud para determinar el mejor curso de acción.